Al término de la última asamblea nacional de la Asociación, el presidente de la directiva regional de Anfubienes en la Región de Los Lagos, Fernando Andrade Vilaro, y Pamela Torres Arévalo, presidenta en la región de O’Higgins, hicieron sus respectivas intervenciones en representación de sus compañeros/as, manifestando sus inquietudes y descargos respecto a los bajos sueldos de un número no menor de funcionarios/as, las contrataciones precarias a honorarios, las bajas dotaciones y la inestabilidad laboral que propicia el actual modelo empleo público.
Esta situación que afecta el desempeño y funcionamiento de las Seremis, Pamela Torres, explicó: “Nuestro Ministerio cuenta dentro de sus facultades la de regularizar la pequeña propiedad raíz particular por aplicación del D.L 2695/79. En el ejercicio de ella, de un tiempo a esta parte, viene celebrando convenios con los Ministerios de Desarrollo Social y del Deporte, sin perjuicio de los que cada Seremía pueda acordar con sus Gobiernos Regionales (FNDR). Se han contratado profesionales con cargo a estos convenios lo que ha permitido a la región mantener la dotación y dar cumplimiento a sus compromisos ministeriales.
Por su parte, desde la región de los Lagos, Fernando Vilaro, expresó: “Desde el punto de vista regional, el MBN necesita con urgencia reconstruir sus cimientos para edificar una actualización 3.0, o de lo contrario, nuestra bajada del sistema se avizora inexorablemente. Curiosa esta afirmación para dar cuenta de la situación de nuestros/as compañeros/as de honorarios, que realizan funciones básicas por años invisibilizados por no estar incluidos en el manoseado subtítulo 21 o 24. Para nuestros compañeros/as de los grados indignos; aquellos que se mantienen por décadas en el mismo grado sin esperanza alguna de incentivo que no sea el miedo a las metas o su continuidad”
No obstante, la dirigenta detalla que, “se trata de contrataciones muy frágiles, precarias, que restringen ladefensa porque justamente no son remuneradas por el MBN. Estimamos que no podemos descansar la labor tan trascendente que desarrolla el Ministerio en contrataciones a honorarios financiados con fondos de terceros, porque la función pública es continua, no descansa ni termina el 31 de diciembre y hoy, ante el próximo cambio de administración, nos enfrentamos a un complejo escenario: metas ministeriales 2022 ya establecidas, compañeros que perderían su fuente laboral y con una mermada dotación, no acorde a los compromisos asumidos en nuestro Convenio de Desempeño Colectivo”.
Junto con ello, el dirigente agregó, “una organización que no pone el foco en las personas, en el equipo de trabajo, la planificación en función de los recursos humanos disponibles y lo que se espera de cada uno bajo un adecuado análisis productivo; continuará por un proceso de debilitamiento en su estructura soportante. Cuando se jubila alguien y nadie se cuestiona si afecta o no a la productividad, da luces de la falta de planificación. Cuando compañeras/os de años y ejemplar función, manifiestan públicamente su deseo de no continuar pues están cansadas/os (no físicamente, por cierto); cuando nosotros aconsejamos a los colegas de honorarios que la mejor alternativa para estabilidad del empleo es buscar en otro lado; es que hay algo en el sistema que está degradando la programación”.