La muerte de Mireya Baltra despertó el reconocimiento del mundo sindical y político en general. Distintas organizaciones y colectivos, incluyendo la Directiva Nacional Anfubienes, manifestaron su admiración y respeto por su incansable lucha como dirigenta sindical.

Socióloga, reportera, suplementera, dirigenta sindical, diputada y primera mujer de Latinoamérica en ser ministra del Trabajo en el gobierno de Salvador Allende. La muerte de Mireya Baltra generó homenajes en portales digitales y medios sociales como twitter, donde destacaron su rol en la defensa de la democracia y los derechos de las y los trabajadores.

Mireya Baltra estuvo toda una vida ligada al ya olvidado oficio de los suplementeros, actividad que heredó de sus padres y que luego defendería como dirigente sindical. Tras el golpe militar, junto a Gladys Marín y otros dirigentes,  busca asilo en Holanda, para luego arribar a la entonces Checoslovaquia, lugar donde  permaneció 9 años trabajando en la Federación Sindical Mundial y otros movimientos sindicales de América Latina.